sábado, 11 de mayo de 2019

Prevención de un desgarre


- Un parón muy prolongado en la actividad deportiva del deportista, tiene como consecuencia la pérdida de las mejoras conseguidas durante en entrenamiento. Entre estas mejoras encontramos las mejoras fisiológicas del músculo; fortalecimiento del músculo y aumento del metabolismo. Ello conlleva a un aumento de posibilidades de sufrir una rotura de fibras durante el regreso a lo entrenamientos o competiciones.

- Una nutrición adecuada previene el adelgazamiento de las fibras musculares, con lo que serán de mayor resistencia.

- Una mala circulación sanguínea (tanto venosa como arterial), ocasiona que durante el ejercicio el músculo no recibe el aporte suficiente de flujo sanguíneo con lo que las sustancias de desecho no se eliminan adecuadamente; ello implica a su vez una posible “intoxicación” del propio músculo.

-Antes de realizar cualquier actividad deportiva es importante que el propio deportista sea consciente de la importancia de realizar un correcto protocolo de calentamiento. La preparación previa del músculo con ejercicios de calentamiento, estiramientos o incluso masoterapia aplicada por el fisioterapeuta, mejorará el rendimiento del deportista y se obtendrá un mayor aprovechamiento de sus cualidades físicas.

- En deportes en los que la actividad no sea continuada (Balonmano: con sustituciones frecuentes. Judo: descansos entre diferentes combates. Baloncesto: durante las sustituciones. Etc.) Es importante que el deportista mantenga el calor obtenido durante la fase de entrenamiento o la del propio juego, ya que si de nuevo tiene que volver a competir la puesta a punto conseguida previamente habrá sido inútil. Para ello el colocarse prendas de abrigo es suficiente.
Calentamiento







Buena alimentación

Rehabilitación de los tres tipos de desgarro


PROTOCOLO TERAPÉUTICO PARA DISTENSIÓN LEVE 

Días 1-3 Compresión, Hielo, Elevación, Movilización activa, Entrenamiento isométrico, tens. 

Días 4-7 Entrenamiento en piscina, estiramientos sin dolor, potenciación isotónica (comenzando con pesos ligeros a más pesados y primero con acciones concéntricas a excéntricas), ejercicios funcionales. 

Día 8- fin de recuperación Entrenamiento isocinético (desde velocidades angulares rápidas a lentas y desde acciones concéntricas a excéntricas), entrenamiento pliométrico, ejercicios específicos del deporte practicado.
Ejercicio isometrico

Ejercicio pliometricos

PROTOCOLO TERAPÉUTICO PARA DISTENSIÓN MODERADA

Días 1-3 Compresión, Hielo, Elevación, Movilización activa indolora, Marcha con muletas.

A partir del día 4 Entrenamiento isométrico indoloro. 

A partir del día 7 Entrenamiento en piscina, estiramientos indoloros, potenciación isotónica (comenzando con pesos ligeros a más pesados y primero con acciones concéntricas a excéntricas), ejercicios funcionales.

A partir de la semana 2 Entrenamiento isocinético (desde velocidades angulares rápidas a lentas y desde acciones concéntricas a excéntricas), entrenamiento pliométrico, ejercicios específicos del deporte. 
Ejercicio en piscina
PROTOCOLO TERAPÉUTICO PARA DISTENSIÓN GRAVE

Día 1-3 Compresión, Hielo, Elevación. Marcha con muletas. 

A partir del día 4 Electroestimulación muscular.

A partir del día 7 Movilización activa indolora, Entrenamiento isométrico indoloro. 

A partir de la semana 2 Entrenamiento en piscina, estiramientos indoloros, potenciación isotónica (comenzando con pesos ligeros a más pesados y primero con acciones concéntricas a excéntricas), ejercicios funcionales. 

A partir de la semana 3 Entrenamiento isocinético (desde velocidades angulares rápidas a lentas y desde acciones concéntricas a excéntricas), entrenamiento pliométrico, ejercicios específicos del deporte. 
Compresión extremidad superior
A todo este tratamiento (para todos los grados de lesión) se le puede añadir termoterapia apartir del 3-4 día para aumentar el metabolismo y tropismo de la zona afectada para hacer una recuperación más rápida. Además la aplicación de ultrasonidos y láser, nos puede ayudar a regeneración del tejido. 
Termoterapia





















Lesiones en el músculo esquelético.

Lesiones en el músculo esquelético. 

Las principales lesiones de los músculos se llaman desgarres.
     
     El desgarro muscular se define como una lesión traumática en la que existe un desgarro parcial o completo de un mayor o menor número de fibras musculares. Además de verse afectadas las fibras musculares, también pueden verse afectadas las estructuras circundantes como el tejido conjuntivo que las rodea o los vasos sanguíneos. 

     Habitualmente los músculos que se ven más afectados son los músculos de las extremidades (más incidencia en las inferiores), y en los músculos de la espalda. Siendo más habitual en músculos poliarticulares o con una estructura compleja. Un calentamiento insuficiente o inexistente, aumenta las posibilidades de sufrir una lesión de este tipo, o bien, un entrenamiento con cargas sin una supervisión correcta. 

     Las distensiones musculares son frecuente en aquellos deportes que existen movimientos explosivos, como el fútbol, atletismo, etc. Un cambio de ritmo brusco en la carrera, un golpeo al balón, una batida de salto, son movimientos en los que el músculo puede verse afectado con esta lesión. 

El mecanismo de lesión:

     Este tipo de lesiones se produce cuando existe una sobre carga dinámica sobre el segmento implicado en un movimiento, habitualmente durante una contracción muscular excéntrica. Por tanto la causa frecuente es una contracción muscular violenta con un estiramiento simultáneo. Su localización frecuente es en la unión miotendinosa, aunque también puede darse en el propio vientre muscular. 

La distensión o desgarro muscular se clasifica según su gravedad en tres grados:

-Grado 1 o leve: existe un estiramiento o rotura de alguna fibra muscular. El deportista experimenta una molestia ligera y una tumefacción mínima, pero manteniendo una movilidad completa. Es posible que en este grado el deportista no sea consciente de la lesión cuando se produce, y lo sea sin embargo después de la actividad física o incluso al día siguiente. Esta afectación requiere tratamiento conservador. 

-Grado 2 o moderado: en este grado existe una rotura moderada de fibras del músculo y del tendón. La palpación en la zona afectada es dolorosa. Presencia de tumefacción y con una pérdida de movilidad. Además puede verse afectada la marcha si la lesión se ha producido en el miembro inferior. El deportista habitualmente suele abandonar la actividad deportiva en el momento de la lesión. Esta afectación requiere tratamiento conservador. 

-Grado 3 o grave: en este grado presenta la rotura completa del vientre muscular, de la unión miotendinosa o de la inserción del tendón. A la palpación se aprecia un defecto notable y amplio en la fibra muscular. Existe menos capacidad de movilidad y carga si es en miembros inferiores que en el grado 2, habiendo un dolor más intenso que en los grados precedentes. Presencia de un edema importante.



¿Qué es el tejido muscular esquelético?

¿Qué es el tejido muscular esquelético?

     El tejido muscular es responsable del movimiento de los organismos y de sus órganos. Está formado por unas células denominadas miocitos o fibras musculares que tienen la capacidad de contraerse. Los miocitos se suelen disponer en paralelo formando haces o láminas. La capacidad contráctil de estas células depende de la asociación entre filamentos de actina y filamentos formados por las proteínas motoras miosina II presentes en su citoesqueleto.

     El músculo estriado esquelético se denomina también voluntario puesto que es capaz de producir movimientos voluntarios, es decir, está inervado por fibras nerviosas que parten del sistema nervioso central. Los músculos esqueléticos están generalmente conectados a los huesos a través de los tendones, a excepción de algunos como los del ojo, los de la parte superior esófago o la lengua.

     Las células que componen el músculo estriado esquelético son las células musculares estriadas esqueléticas, también llamadas fibras musculares o miocitos, junto con tejido conectivo y vasos sanguíneos. Las células musculares se asocian entre sí para formar los fascículos musculares, y éstos a su vez se unen para formar el músculo esquelético, principal responsable de la movilidad de los organismos. Las células musculares están rodeadas por una lámina basal, que es matriz extracelular. Además, las células musculares están rodeadas por fibras reticulares y colágenas
que forman el endomisio, cada fascículo muscular está rodeado por otra envuelta de conectivo denso denominada perimisio y todo el músculo por el epimisio, también tejido conectivo. Por estas envueltas de tejido conectivo penetran y se dispersan los vasos sanguíneos y ramificaciones nerviosas que controlan la contracción muscular.
    
     Las células musculares estriadas esqueléticas son células muy alargadas dispuestas en paralelo formando haces o láminas. Son células no ramificadas y presentan una longitud que puede ir desde unos pocos mm a los 30 cm, con un diámetro de entre 10 a 100 µm. Son multinucleadas (sincitios: dos o más núcleos compartiendo el mismo citoplasma) y sus núcleos se disponen en la periferia celular. El aspecto estriado de las fibras musculares se debe a la disposición especial de los filamentos de actina y miosina de su citoplasma, conjuntamente denominadas miofibrillas, los cuales se organizan en haces paralelos al eje principal de la célula. Las bandas oscuras corresponden a la superposición entre filamentos actina y de miosina, y las claras sólo a filamentos de actina.